Alfred Flechtheim: Figura fundamental de la cultura y el arte del siglo XX

Der Querschnitt (La sección transversal/El panorama), 1921–1935

Alfred Flechtheim quiso crear una herramienta publicitaria más sofisticada que los simples catálogos que ya publicaban la Galerías Flechtheim. Fue así como en 1921 nació la revista Der Querschnitt, luego de sesiones de lluvias de ideas tanto juguetonas como estratégicas. La historiadora Erika Esau detalla, por ejemplo, que el título de la revista fue escogido porque pocas publicaciones empezaban con la letra q.

A partir de su buen manejo editorial y administrativo, junto con un gustoso contenido cultural, Der Querschnitt logró convertirse en una de las publicaciones alemanas de mayor tirada, un logro nada fácil dado el reñido y saturado mercado alemán de periódicos y revistas.

Las páginas variopintas de Der Querschnitt le apostaron a perspectivas y contenidos cosmopolitas y a una maquetación combinada de textos, fotografías e ilustraciones. Todo tema de índole artística, literaria, teatral o musical encontraba acogida dentro de las páginas de esta revista de variedades. Además, no solo se limitaba a reportar y comentar acerca del continente europeo, sino que también abordaba sucesos y planteamientos estadounidenses, como el jazz y la cultura afroamericana. La inclusión de contenidos originales producidos por figuras de la talla de Ernest Hemingway y George Groz también caracterizó a esta revista.

Otra faceta de Der Querschnitt que vale la pena mencionar eran los avisos publicitarios, que deleitaban con su despliegue de diseño art déco y variada información acerca de la vida comercial y social de la época.

Al hojear volumen tras volumen de Der Querschnitt queda claro que esta publicación no puede encasillarse como una producción comercial o propuesta publicitaria genérica porque Flechtheim dejó una impronta muy personal en sus páginas. Por ejemplo, la inclusión recurrente de temas como el deporte en general y el boxeo en particular era un reflejo de los intereses del mecenas (¿fue el boxeo una manera de canalizar el homoerotismo de manera socialmente admisible?). Su afición por la cultura ibérica quedó plasmada a través de temas como la tauromaquia o perfiles sobre la estética y los artistas españoles.

Der Quershnitt llegó al ápice bajo la dirección del editor de renombre Hermann von Wedderkop. Gozó de gran gestión y recursos profesionales luego de ser adquirida por la editorial líder Verlag. Estos aspectos gerenciales, de igual manera que la anteriormente mencionada colaboración con Kahnweiler, vislumbran dimensiones de Flechtheim como persona consciente de sus limitaciones, capaz de delegar y dispuesta a rodearse de personas talentosas como estrategia para la ejecución de proyectos. En cuanto al manejo de las Galerías, Kahnweiler anotó que Flechtheim era algo errático y desorganizado, descripción que no disminuye sino al contrario realza su cordura ante su necesidad de buscar y recibir asesoramiento.

Por último, las Galerías Flechtheim lanzaron una segunda revista titulada Omnibus a finales de los años 20. El coeditor fue Curt Valentin, un galerista empleado por la Galería Flechtheim de Berlín desde 1927 que, como veremos, estuvo implicado ética y moralmente en el robo nazi de obras de arte.

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